viernes, 28 de noviembre de 2014

Tiempo de Adviento


Corona de Adviento.



Significado del Adviento

La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad:

- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:

Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. 
Todos los días podemos y debemos ser mejores.

En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.

Algo que no debes olvidar

El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Galería: Cristo Rey del Universo. Señor de la Resurrección

Parte de la junta de gobierno junto con el párroco, costaleros homenajeados y hermanos que nos han acompañado.

Junto con N.H.D. Juan Llano Díaz, uno de los costaleros homenajeados 

Junto a N.H.D. Alberto Vega Rufián, uno de los costaleros homenajeados.

Junto a N.H.D. Enrique Llanos Barragán, uno de los costaleros homenajeados.

Medallas realizadas por N.H.D.Juan Cantero Gordón. Muchas gracias. Gran trabajo


El Señor Resucitado preside el Altar Mayor de la Parroquia.
Fotografías: Sergio Parrón - Juan Cantero - José A. Zújar (2014)

Crónica de la Eucaristía Solemne en honor de Cristo Resucitado

En el día de ayer, celebramos una Eucaristía en honor a el Señor de la Resurrección con motivo de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. A las 12.00 horas se iniciaba la Santa Misa oficiada por el Rvdo. Cura-Párroco D. Juan Carlos de la Rosa Egea Pbro., en el marco de la Misa dominical dedicada como todos los domingos a la familia y niños.

Por parte de nuestra A.Parroquial se llevó a cabo las lecturas correspondientes de la Solemnidad de Cristo Rey, para más tarde, participar en las ofrendas llevadas hasta la mesa del altar.

Al finalizar la Eucaristía, se rindió un pequeño tributo a los Hermanos Costaleros que han cumplido diez años bajo las trabajaderas del Paso de la Resurrección. En esta ocasión los Hermanos Costaleros homenajeados fueron, D. Cándido Vázquez Vera, D. Alberto Vega Rufián, D. Juan Llano Díaz, D.Enrique Llanos Barragán y D. Pedro Murillo López. Por ello, esta Junta de Gobierno ha tenido a bien hacerles entrega de una medalla que representa el escudo corporativo de nuestra A.Parroquial. Dichas medallas fueron diseñadas, realizadas y donadas  por N.H.D. Juan Cantero.

Para la ocasión el Señor de la Resurrección lució la túnica de "la fe", así como, el juego de potencias de salida realizadas por el Taller de Orfebrería de Antonio Santos de Sevilla en el año 2009, y el cíngulo dorado de salida. 

Agradecer a la Parroquia y a los grupos parroquiales que han colaborado en la celebración de la Eucaristía, así como a todos los feligreses que habéis acompañado en la mañana del Domingo a Cristo Resucitado, Rey del Universo.

Paz y Bien.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Fiestas de Nochebuena y Nochevieja


Estamos a las puertas de celebrar la natividad de Nuestro Señor motivo de gozo y alegría. Por ello, organizaremos, un año más, las fiestas de Nochebuena y Nochevieja en el bar de la Casa de la Cultura de Guadalcanal.

Si tu grupo de amig@s está interesado en apuntarse en lista, solo tiene que ponerse en contacto con los miembros de la junta de gobierno al objeto  de proporcionarte toda la información de dichos eventos, así como, despejar cualquier tipo de duda que pudiera surgir al respecto.

Los precios y condiciones se mantienen respecto a los de ediciones anteriores (60€ las dos noches, 35€ una sola de las noches, botella  de primeras marcas por persona, botellín de vidrio para los refrescos,  vaso de cristal, ágape durante toda la noche y típicas bolsas de cotillón).

Todo lo recaudado se destinará para el sostenimiento de la A.Parroquial de cara al próximo ejercicio de 2015.

¡Anímate, celebra la navidad y el nuevo año en un ambiente agradable, con un esmerado servicio de barra, buena música y muchas sorpresas!

La Junta de Gobierno.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Convocatoria: Eucaristía en honor al Señor de la Resurrección


El próximo día 23 de noviembre, nos dispondremos a celebrar la Eucaristía en honor a Cristo Resucitado, con motivo de la festividad litúrgica de Cristo Rey.  Por ello, emplazamos a todos los grupos parroquiales de nuestra comunidad parroquial, así como, hermanos y hermanas, devotos y devotas del Santo Cristo Resucitado, a que, acudan a dicha Eucaristía y nos acompañen en el Domingo día en el que Cristo ha vencido a la muerte.

Al finalizar la Santa Misa, a los hermanos costaleros que hayan cumplido diez años, de forma ininterrumpida en la Cuadrilla del Paso de la Sagrada Resurrección, se les hará entrega de un presente en forma de medalla representando el escudo corporativo, cincelado por N.H,D. Juan Cantero.

Por último, agradecer públicamente a la persona de D. Antonio Miguel Rico León, la elaboración de forma totalmente desinteresada ,del cartel de convocatoria de Cultos. Muchísimas gracias de todo corazón.

Paz y Bien.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Santa Cecilia 2014. B.M. de Nuestra Señora de Guaditoca. La Corte de Faraón.


CARTEL DE LA PRIMERA REPRESENTACIÓN.
Se acerca el día 22 de noviembre. Como es tradición, la Banda de Música de Nuestra Señora de Guaditoca por estas fechas, nos ofrece un espectáculo musical al objeto de celebrar la onomástica de Santa Cecilia, patrona de la música.

En este 2014, el colectivo musical que dirige N.H.D.Francisco Javier Carrasco Jiménez, se une a otros colectivos culturales radicados en Guadalcanal, como son el Grupo Pro-Cabalgatas de Reyes Magos, miembros de la compañía teatral "La Caja de Cartón", Escuela de Baile de Mª Carmen Ruíz, miembros de los diferentes coros de la localidad y un sinfín  de colaboradores, para poner en las tablas del Cine-Teatro Municipal "La Corte de Faraón", operata bíblica que narra en dos actos y cinco cuadros, un enredo entre un faraón, una Reina, un esclavo, una doncella, tres viudas y un general, con diferentes propósitos y objetivos que, de seguro, tornaran en una sonrisa y entretenimiento al público asistente.

La primera representación de las tres que se van a llevar a cabo, se celebrará como reza el cartel de arriba el próximo día 22 de noviembre. 

Más información en:

lunes, 10 de noviembre de 2014

II Muestra Semana Santa y Turismo Religioso

CARTEL DE LA MUESTRA

El próximo viernes se inaugura la II Muestra de la Semana Santa y turismo religioso de la provincia de Sevilla. La exposición se llevará a cabo en el patio central del edificio de la Diputación de Sevilla, sito en la Avenida Menéndez y Pelayo nº 32 de la ciudad hispalense, desarrollándose durante los días 14, 15 y 16 de noviembre, en horario de mañana y tarde.

Nuestra Corporación estará presente en el stand de las AAyHH de Guadalcanal. En concreto, expondremos, el juego de potencias del Señor Resucitado obra de la Orfebrería "Antonio Santos" de Sevilla en el año 2009, rosa de pasión de Santa María Magdalena obra de N.H.D. Juan Cantero del año 2014 y cíngulo de salida de Santa María Magdalena, bordado en oro sobre terciopelo burdeos, pieza ejecutada por el Taller de Bordados "Monforte", cuyo diseño fue obra de N.H.Dª Emilia Chaves Carmona, del año 2014.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Oración por nuestros hermanos difuntos.

 ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN "POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO"


Jesús Resucitado. Noviembre de 2014.
Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado,cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. 

Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.



domingo, 2 de noviembre de 2014

Solemnidad de los fieles difuntos. Reflexión.



Nexo entre las lecturas 

La liturgia en la conmemoración de los fieles difuntos canta la victoria de Cristo y del cristiano sobre la muerte. En efecto, en la segunda lectura san Pablo dice a los romanos que Cristo murió por nosotros y de esa manera, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la ira, es decir, venceremos con Cristo el pecado y la muerte. A esta victoria alude Isaías (primera lectura) cuando enseña que el mismo Dios: "Vencerá la muerte definitivamente, y enjugará las lágrimas y el llanto". El cristiano recibe de su Señor y Maestro el alimento que ya en esta tierra es alimento de vida eterna: la eucaristía pan de vida, anticipación de la vida con Dios después de la muerte (evangelio).


Mensaje doctrinal

1. La muerte ha sido vencida. La realidad más dramática de la existencia humana es tener que morir, teniendo en el alma sed de inmortalidad. Esa muerte no es sólo dramática, es también en no pocas ocasiones absurda, cuando viene segada una vida joven y prometedora, cuando a pagar el salario a la muerte es una vida inocente, cuando la muerte llega inesperada, cuando troncha un porvenir magnífico, cuando crea un agudo problema en la familia, cuando... El dramatismo y la absurdez aumentan cuando se carece de fe o ésta es mortecina, casi completamente apagada. En este caso, todo se derrumba, porque se vive como quien no tiene esperanza. En ese caso, la muerte lleva en su mano la palma de la victoria y la vida termina bajo la losa de un sepulcro, dejando a los vivos en la desesperación y en la angustia sin sentido. La fe cristiana, en cambio, nos dice que la muerte es un túnel negro que termina en un nuevo mundo de luz y de vida esplendorosas. Nos dice que la muerte es ciertamente una pérdida, por parte de quien se va (pierde su relación con el mundo) y por parte de quien se queda (pierde un ser querido), pero una pérdida que Dios es capaz de transformar, de forma a nosotros desconocida, en ganancia, porque la muerte del hombre como en el caso de la crisálida desemboca en vida. En Cristo resucitado, vencedor de la muerte, todos hemos ya comenzado, en cierta manera, a vencer la muerte mediante la participación en su resurrección.

2. Eucaristía y vida. El cristiano, como cualquier otro ser humano, siente día a día el paso del tiempo sobre su cuerpo, el acercarse del encuentro definitivo con la realidad de la muerte, la llamada constante de la tierra. El cristiano no está exento de todo lo que eso significa existencialmente para todo hombre, en su unidad psicosomática. Mientras se va acercando al atardecer de la vida, el cristiano experimenta, sin embargo, a un nivel profundo la llamada de la vida divina, la voz del Padre que le dice: ¡Ven! Esta experiencia se hace, sin lugar a duda, en la oración personal en que cada uno habla de corazón a corazón con el Padre que llama, con el Hijo que salva, con el Espíritu que vivifica. Esta experiencia se profundiza en la recepción del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo en la Eucaristía. Porque el cristiano, cuando come del pan y bebe del cáliz, recibe a Cristo vivo, en su humanidad y en su divinidad, prenda y anticipación de la gloria del cielo. Y porque, cada vez que se celebra la Eucaristía se realiza la obra de nuestra redención y "partimos un mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto no para morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre"(S. Ignacio de Antioquía, Eph 20, 2), como nos recuerda el Catecismo (CIC 1405). El ansia de inmortalidad y de vida eterna que anida en cada uno de los hombres y mujeres del planeta viene satisfecha, lenta pero de modo continuo y eficaz, por la extraordinaria experiencia de vida nueva que va apoderándose del hombre al contacto frecuente con la Eucaristía. Con la Eucaristía bien recibida va creciendo en el hombre la vida, la vida nueva de Cristo resucitado y glorioso en el cielo.


Sugerencias pastorales

1. La virtud de la esperanza. Esperar es desear aquello que todavía no se posee. Y está pidiendo entregarse con toda el alma a conseguirlo lo antes posible. Existe la esperanza humana con un horizonte puramente temporal. El estudiante espera obtener buenas calificaciones en los exámenes; el joven espera casarse y formar una hermosa familia; el enfermo espera recuperarse prontamente, mientras el sano espera no enfermar; el marinero espera llegar a casa y abrazar a su esposa y a sus hijos; el misionero espera poder construir una iglesia para sus fieles desprovistos de ella; el sacerdote espera que se llene su parroquia en todas las misas del domingo, etcétera. Estas esperanzas humanas, buenas y perfectamente legítimas, Dios las completa en los cristianos concediéndonos la virtud teologal de la esperanza. Esta esperanza cristiana tiene su meta principal y definitiva en el cielo, a donde todos esperamos llegar con la ayuda de Dios, al terminar nuestra vida terrena. Pero la esperanza cristiana tiene también sus metas parciales, más pequeñas, y que están ordenadas a la última meta. Por ejemplo, la esperanza del niño de hacer la primera comunión o la de la joven novicia por hacer la profesión religiosa; el esfuerzo y la esperanza de un párroco para que sus parroquianos vayan a misa los domingos, o la esperanza de una catequista de que sus alumnos asimilen bien la fe y la vida cristiana, etcétera. Tengamos por seguro que la esperanza, cuando es auténtica, cuando Dios nos la infunde, no engaña jamás ni decepciona a quien en ella pone su confianza.

2. La muerte no es lo peor. Quien no tiene fe puede fácilmente pensar que la muerte es el mayor mal, porque con ella se vuelve a la nada, al mundo del no ser. El buen cristiano mira a la muerte con otros ojos, porque la muerte no es el aniquilamiento del ser sino la puerta para un nuevo modo de ser y de vivir para siempre. Los cementerios cristianos no son sólo lugares del recuerdo, son sobre todo lugares de esperanza, lugares desde los que sube hasta Dios el anhelo de eternidad de los hombres. Por eso la muerte no es el peor de los males, ni mucho menos el mal absoluto. El mayor mal del hombre es el pecado, es el mal uso de la libertad, es la voluntad de rechazar a Dios ahora en el tiempo y luego para siempre en el más allá. Los mártires son esos hombres que con su vida y su muerte nos están diciendo que vale la pena morir para no pecar, para no ofender a Dios y a nuestra vocación cristiana. Por eso, los mártires tienen que tener un lugar mayor en la educación cristiana de los niños y de los jóvenes. Ellos con su muerte por la fe nos están gritando que la muerte no es lo peor ni tiene la última palabra. Cristo, el Viviente, nos espera con los brazos abiertos del otro lado de la frontera.

Fuente: http://www.es.catholic.net/op/articulos/15416/cat/646/todos-los-fieles-difuntos.html

sábado, 1 de noviembre de 2014

Festividad de Todos los Santos



Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana.

Comunión de los santos

La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.

Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.

Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1ro. de noviembre.

Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Que debemos luchar todos para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.
Se puede aprovechar esta celebración para hacer un plan para alcanzar la santidad y poner los medios para lograrlo:

¿Como alcanzar la santidad?

- Detectando el defecto dominante y planteando metas para combatirlo a corto y largo plazo.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.

Un poco de historia

La primera noticia que se tiene del culto a los mártires es una carta que la comunidad de Esmirna escribió a la Iglesia de Filomelio, comunicándole la muerte de su santo obispo Policarpo, en el año156. Esta carta habla sobre Policarpo y de los mártires en general. Del contenido de este documento, se puede deducir que la comunidad cristiana veneraba a sus mártires, que celebraban su memoria el día del martirio con una celebración de la Eucaristía. Se reunían en el lugar donde estaban sus tumbas, haciendo patente la relación que existe entre el sacrificio de Cristo y el de los mártires

La veneración a los santos llevó a los cristianos a erigir sobre las tumbas de los mártires, grandes basílicas como la de San Pedro en la colina del Vaticano, la de San Pablo, la de San Lorenzo, la de San Sebastián, todos ellos en Roma.

Las historias de los mártires se escribieron en unos libros llamados Martirologios que sirvieron de base para redactar el Martirologio Romano, en el que se concentró toda la información de los santos oficialmente canonizados por la Iglesia.

Cuando cesaron las persecuciones, se unió a la memoria de los mártires el culto de otros cristianos que habían dado testimonio de Cristo con un amor admirable sin llegar al martirio, es decir, los santos confesores. En el año 258, San Cipriano, habla del asunto, narrando la historia de los santos que no habían alcanzado el martirio corporal, pero sí confesaron su fe ante los perseguidores y cumplieron condenas de cárcel por Cristo.

Más adelante, aumentaron el santoral con los mártires de corazón. Estas personas llevaban una vida virtuosa que daba testimonio de su amor a Cristo. Entre estos, están san Antonio (356) en Egipto y san Hilarión (371) en Palestina. Tiempo después, se incluyó en la santidad a las mujeres consagradas a Cristo.

Antes del siglo X, el obispo local era quien determinaba la autenticidad del santo y su culto público. Luego se hizo necesaria la intervención de los Sumos Pontífices, quienes fueron estableciendo una serie de reglas precisas para poder llevar a cabo un proceso de canonización, con el propósito de evitar errores y exageraciones.

El Concilio Vaticano II reestructuró el calendario del santoral:

Se disminuyeron las fiestas de devoción pues se sometieron a revisión crítica las noticias hagiográficas (se eliminaron algunos santos no porque no fueran santos sino por la carencia de datos históricos seguros); se seleccionaron los santos de mayor importancia (no por su grado de santidad, sino por el modelo de santidad que representan: sacerdotes, casados, obispos, profesionistas, etc.); se recuperó la fecha adecuada de las fiestas (esta es el día de su nacimiento al Cielo, es decir, al morir); se dio al calendario un carácter más universal (santos de todos los continentes y no sólo de algunos).

Categorías de culto católico

Los católicos distinguimos tres categorías de culto:
- Latría o Adoración: Latría viene del griego latreia, que quiere decir servicio a un amo, al señor soberano. El culto de adoración es el culto interno y externo que se rinde sólo a Dios.

- Dulía o Veneración: Dulía viene del griego doulos que quiere decir servidor, servidumbre. La veneración se tributa a los siervos de Dios, los ángeles y los bienaventurados, por razón de la gracia eminente que han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a los santos. Nos encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la intercesión de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un ser querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa.

- Hiperdulía o Veneración especial: Este culto lo reservamos para la Virgen María por ser superior respecto a los santos. Con esto, reconocemos su dignidad como Madre de Dios e intercesora nuestra. Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus virtudes, pero no con la adoración.


Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/12379/fiesta-de-todos-los-santos.html