martes, 27 de noviembre de 2007

Cinco hermosas mañanas de Domingo de Resurrección

Parece mentira como pasa la vida. El tiempo cada año pasa más apresurado en busca de ese otro momento sublime que me (NOS) brinda nuestra Semana Mayor. Aquel en su pregón pronunció que la vida es una semana. Una semana. ¡No!. Para este humilde cofrade la vida se resume en momentos muy especiales. En dos mañanas. Una la del Viernes Santo Guadalcanalense y otra la gran Mañana, la de la esperanza, la mañana que venció a la muerte…. Sí esa misma, La mañana del Domingo de Resurrección.
Y ya van cinco. Cinco mañanas, unas soleadas, otras con el cielo enmarañado de nubes de Resurrección y otras con un vacío espiritual muy grande; no hay que remontarse muy lejos, fue la pasada mañana de Resurrección………………
Esas mañanas son la antesala de nuestras glorias que se viven en nuestro pueblo. El Señor Resucitado es el mejor pregonero de esta gloria que días después recalará en Guadalcanal, nuestra querida patrona, la Stma. Virgen de Guaditoca.
Después de la celebración de la misa de Pascua, sobre el medio día, se echa a la calle el único paso de nuestra Agrupación. Humilde, sin alardes ni grandes ostentaciones….. pero sin con muchos mensajes de esperanza de que después de la muerte llega la VIDA, y a continuación a gloria y de ahí al cielo. Con estas tres sencillas palabras se puede resumir lo que es la procesión del Señor Resucitado acompañado por Santa María Magdalena. El porqué de estas palabras. Muy sencillo que mejor iconografía que represente la vida, la gloria y la esperanza.
Son cinco años ya y como decía al principio parece, mentira como pasa la vida. Pasa para todos inexorablemente. Y pasó desgraciadamente para nuestro añorado P. Eduardo. En un abrir y cerrar de ojos se le pasó la vida. Esta vida, porque él estará con su Cristo Resucitado y su Virgen de Guaditoca.

En estas cinco hermosas mañanas de Domingo de Resurrección casi todo han sido momentos buenos bajo la trabajadera. Pasa el tiempo y ahí estamos más fuertes que nunca. Haciendo lo que se nos encomendó en su día, evangelizar de forma popular, al fin y al cabo este es el apelativo común de nuestra Semana Santa, la mañana del Domingo de Pascua en nuestra legendaria villa.
Y van cinco, pero con el aliento en la nuca viene la sexta…..Está aquí y en un abrir y cerrar de ojos esta sexta mañana de Pascua se nos habrá esfumado de las manos y pasará a la historia como las otras también pasaron.

José Antonio Zújar Chaves, a todos los que hacen posible que esa mañana sea hermosa y en especial a ti Alberto "capu".